viernes, 29 de junio de 2012

Give me everything tonight

Una noche, al parecer, interpretado hoy en día como el leal energizante y veneno de sinceridad que todo adolescente busca y encuentra, el único factor que nos ofrece un hincapié para realizar nuestros sueños, nuestras viles fantasías, nuestras ganas de llegar a lo prohibido; todo aquello que no nos atrevemos a hacer o decir a la luz del día. Tal parece que la mañana se ha convertido en el tiempo y momento de concretar las cosas que se van a tomar de manera seria, y por otra parte, la noche te da la oportunidad de superar el paso de la imaginación y en ocasiones la noche emborracha más que el alcohol
Pero la pregunta clave que redunda el presente tema es: ¿Quiénes son fieles víctimas de una noche? En primer lugar, están aquellos que gustan de alguien pero no se sienten preparados para ser parte de una relación seria o simplemente aún tiene dudas de sus sentimientos. ¿Qué es lo que esperan o piden de esa noche? La inesperada e injustificada oportunidad de hablar el tiempo perfecto con esa persona, bailar y sentir el ritmo del corazón a través de la mirada y la sonrisa, decir o escuchar cortejos de manera sincera que el mismo ambiente maquilla como una broma del momento. Todo lo que abarca este único momento siempre, o en la mayoría de los casos se concreta con un inculpable beso, que no necesita de explicaciones ni argumentaciones, no necesita preguntarse ni responderse, tan solo lo interpretas como “fue algo del momento, solo pasó”.
En segundo lugar, están aquellos que se encuentran comprometidos, los fieles infieles que luchan con una fantasía encima que de manera muy clara no se puede realizar. No, no quieren cambiar su relación, ni mucho menos estar en dos a la vez, solo desean saborear la manzana del pecado por un segundo; esta es, sin duda alguna, una de las mayores tentaciones que nos persigue toda la vida y con más razón en la vida nocturna, quizás la más peligrosa y deliciosa. ¿Está mal? No podría responderlo yo, en alguna oportunidad fui la manzana y también Eva, pero también me tocó ser Dios. Como un minuto de probar la fruta prohibida da por terminado una estable construcción que se tomo mucho tiempo de realizar para que quedara estable. Sí, en otros términos... la infidelidad, pero sobre eso profundizaré más en otra oportunidad.
En tercer y último lugar, están aquellos rodeados de personas sin rostro. Aquellos hombres que teniendo a Margarita, la confunden con Soledad, aquellas mujeres que teniendo un amor de primavera, prefieren llegar a verano. ¿Qué tanto puede llenar la soledad? ¿Cómo la compañía de una noche llena el vacío de meses y quizás años? No, no lo llena, o mejor dicho no del todo. ¿Divierte? Sí. ¿Te comprometes a alguna situación de la que te puedas arrepentir luego? No. Entonces, ¿qué esta mal en ellos? El tiempo, una noche no dura para siempre.
En realidad, una noche es el último gol que gana el partido, pero no la final; es la oración que termine el párrafo, pero no el ensayo. Una noche te da esa pieza rota que le falta a tu corazón, pero solo por un momento, sea malo o bueno, vives lo que quieres vivir. ¿Por qué no intentarlo? A menos que quieras vivir de tan solo imaginarlo. So you… give everything tonight, for all we know… we might not get tomorrow, let’s do it tonight!

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